`MUNICIPIOS DEL NORTE DEL VALLE, SON PARTE DEL PAISAJE CULTURAL CAFETERO: UNA CAUSA DE TODOS LOS COLOMBIANOS´, AFIRMA DIPUTADA GUILLERMINA BRAVO MONTAÑO
Una importante noticia internacional recibe Colombia: El Consejo de Patrimonio Mundial de la UNESCO, en su reunión número 35 realizada en Manama (Bahréin, Medio Oriente), estudia la incorporación del Paisaje Cultural Cafetero en la lista de Patrimonio Mundial, lista exclusiva integrada actualmente por 6 lugares del planeta. Esta importante junta se efectúa con el objetivo de definir la nueva lista de legados culturales amenazados del planeta.
Esto es positivo para Colombia, ya que 47 municipios de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca, que alojan 24 mil fincas cafeteras donde habitan 80 mil personas, pasarían a ser objeto de especial interés y protección.
Las zonas que conforman la muestra excepcional de Paisaje Cultural Cafetero del Valle del Cauca se encuentran en los municipios de Alcalá, Ulloa, Sevilla, Caicedonia, Riofrío, Trujillo, El Cairo, Ansermanuevo y el Águila.
Para el Valle del Cauca, este importante proyecto de hacer parte del Paisaje Cultural Cafetero del País como Patrimonio de la Humanidad, representará grandes beneficios, logrando fomentar las actividades económicas como el turismo ecológico, difusión y consolidación de la gastronomía, producción de cafés especiales, además de la sostenibilidad social de dichas zonas, se generarían nuevos intereses en recuperar el Patrimonio arquitectónico del territorio cafetero, entre otros aspectos favorables para el Departamento.
Desde la Asamblea del Valle, agradecemos la gestión propositiva que adelanta la Bancada de MIRA en el Congreso de la República sobre este tema. En la Comisión Sexta y en la construcción del reciente Plan de Desarrollo Nacional sancionado, El Movimiento Político MIRA, hizo la solicitud expresa a la Ministra de Cultura, para que este tema fuera anclado como un proyecto de desarrollo regional.
Es suficiente con entender la importancia que la caficultura tiene frente a la idiosincracia, la economía y la imagen de Colombia en el exterior, para evidenciar que las transformaciones que el hombre ha logrado sobre este paisaje de la Cordillera de los Andes, constituyen un legado que merece ser preservado.
Por ello, esperamos que esta decisión tan importante que tome por estos días el Consejo de Patrimonio Mundial, nos lleve a tener un nuevo Bien para la Humanidad y un mayor aprendizaje para que todo esfuerzo que se hace por alcanzar estos logros, quede también plasmado en nuestras leyes y presupuestos nacionales, en aras de fortalecer culturalmente nuestro País.